Alumnos de LABASAD triunfan en el concurso de escaparates navideños de Barcelona: dos grupos, dos barrios, dos propuestas únicas
Nuestros alumnos participaron con dos propuestas en el concurso 'Els llums de Nadal il·luminen el comerç', obteniendo un galardón por una de ellas y destacando por su creatividad.
La Navidad en Barcelona trasciende las luces que iluminan sus calles y se extiende a un espectáculo de creatividad y arte en los escaparates de sus comercios, transformando la ciudad en un refugio de alegría y esplendor. Esto es posible gracias a la iniciativa “Els llums de Nadal il·luminen el comerç”, impulsada por Barcelona Centro de Diseño (BcD) y la Dirección de Comercio, Restauración y Consumo del Ayuntamiento de Barcelona. Desde su creación en 2017, este proyecto ha dado vida a los escaparates de distintas zonas de la ciudad, y este año se centra en los barrios de La Marina y el Paseo Maragall, con la participación de 10 escuelas de diseño que han decorado un total de 20 tiendas.
Desde su concepción, la propuesta ha invitado a los comercios a transformar sus escaparates en verdaderas obras de arte que reflejen tanto la identidad de cada negocio como el espíritu navideño. Este año, LABASAD participó con dos proyectos, cada uno presentado por un grupo de cuatro alumnos, asignados a diferentes barrios de la ciudad. El grupo de La Marina fue galardonado con el premio al mejor escaparate, mientras que el proyecto de Eix Maragall, aunque no recibió un reconocimiento oficial, destacó igualmente por su creatividad y dedicación. Este logro es especialmente significativo, ya que representa el tercer año consecutivo en que LABASAD recibe un premio en esta iniciativa, subrayando la influencia y el reconocimiento creciente de la escuela en la comunidad de diseño de la ciudad.
En el barrio de Eix Maragall, el equipo de LABASAD presentó un proyecto que fue tanto visualmente impactante como profundamente emotivo. El escaparate de Ortopèdia Maragall, una tienda especializada en productos ortopédicos, se transformó en un símbolo de independencia y bienestar, celebrando la movilidad como un regalo esencial durante la Navidad. La pieza central de la instalación era una silla de ruedas decorada con alas, una poderosa representación de la libertad de movimiento sin restricciones. Rodeada de luces LED de bajo consumo, la instalación creaba una atmósfera acogedora y envolvente que invitaba a la reflexión.