Yago Soria Díaz: la fotografía documental como herramienta de exploración y reflexión
A través de su lente, Yago Soria Díaz, fotógrafo y alumno de LABASAD, convierte lo cotidiano en una reflexión sobre globalización, identidad y nuestra forma de observar el mundo.
En un mundo saturado de imágenes, donde la velocidad del consumo visual amenaza con diluir el sentido de la observación pausada, Yago Soria Díaz, alumno del Máster Online en Nueva Fotografía Documental de LABASAD, ha encontrado en la fotografía documental un lenguaje para explorar, reflexionar y visibilizar realidades. Su trayectoria es el reflejo de una búsqueda constante por comprender el mundo a través del visor de su cámara.
Mallorquín de origen pero con una vida marcada por viajar y explorar, Soria Díaz ha vivido y trabajado en contextos tan diversos como la República Dominicana y China. Sin embargo, según él mismo afirma, más allá del cambio geográfico, su interés radica en reinterpretar elementos cotidianos. «Mi interés siempre parte de lo mismo: tomar algo reconocible, un cliché visual o un símbolo arraigado en el imaginario colectivo y someterlo a un juego de reinterpretación», explica. Esta lógica le ha permitido desarrollar una mirada que trasciende la simple documentación y se convierte en una herramienta de análisis y reconfiguración de lo que se considera visible.
Para Soria Díaz, la cámara es mucho más que un instrumento técnico; es un mecanismo de conexión con el entorno. «Cuando viajo, me ayuda a no sentirme turista, sino a estar en una especie de misión, una encomienda que me fuerza a conectar genuinamente con el lugar», comenta. En su experiencia, la fotografía no solo captura lo que está frente a la lente, sino que redefine la relación del autor con el espacio, permitiéndole descubrir nuevas capas de significado en lo aparentemente ordinario.
Uno de sus trabajos más destacados es «Chasing Dragons», un proyecto que utiliza un símbolo cultural chino para abordar temas de globalización e hiperconsumo. Conscientemente, Soria Díaz elige partir desde una mirada superficial para, a través del proceso fotográfico, ir desentrañando complejidades más profundas. «No podía abordar temáticas culturales complejas cuando mi visión de este país se había construido a partir de clichés», admite. Su estrategia consistió en aceptar esta limitación inicial y permitir que la narrativa visual se construyera progresivamente, evitando asunciones simplistas y explorando la simbología desde dentro.
Este proyecto ha sido clave en su crecimiento como narrador visual y ha desembocado en la creación de su primer fotolibro. Gracias a su experiencia en el máster de LABASAD y a la mentoría de Toni Amengual, ha aprendido a delimitar su discurso fotográfico y a entender que «dar forma significa reducir opciones». Trabajar con diseñadores y recibir retroalimentación externa le ha permitido fortalecer su confianza y ver su obra desde nuevas perspectivas.
En una era en la que la imagen se ha convertido en moneda corriente, Soria Díaz reflexiona sobre la relevancia del fotógrafo documental. «Quizás, renunciando al concepto del éxito, preguntándote para qué haces fotos, dedicándote a otra cosa si hace falta y pensando a largo plazo», plantea. Su visión no se enfoca en la inmediatez ni en la validación instantánea, sino en la construcción de narrativas sólidas y significativas a lo largo del tiempo.
De cara al futuro, su interés se dirige hacia historias cargadas de emocionalidad y profundidad, como el fútbol base, una temática que le fascina por la mezcla de inocencia, pasión y presión que envuelve a los niños que participan en él. «Me interesa capturar esos gestos, los vestuarios llenos de nervios, los rituales antes de salir al campo, la emoción de un gol y la frustración de perder», dice.
La experiencia en LABASAD ha sido fundamental en su proceso de definición como fotógrafo:
«El Máster Online en Nueva Fotografía Documental, me ha dado una visión mucho más clara del panorama fotográfico actual»
Desde el descubrimiento de nuevos referentes hasta la oportunidad de aplicar sus conocimientos en proyectos concretos, el máster le ha proporcionado las herramientas necesarias para consolidar su mirada personal.
Para quienes estén considerando formarse en fotografía documental, su consejo es claro: «Si esto te apasiona, y crees que estás en el punto de forjar una mirada propia, este máster vale la pena». Yago Soria Díaz es el ejemplo de cómo la fotografía puede ser un ejercicio de exploración, un acto de amor y una forma de inscribir significado en un mundo en constante transformación.
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